dia 5 // Nuestro Viaje a Italia, 3ª Parte

Cerramos nuestro viaje por tierras Italianas en la capital, Roma, Teníamos solo 3 días así que había que organizarse bien si no queríamos quedarnos nada atrás y lo hicimos, vamos que si lo hicimos. El primer día, como llegamos a la hora de comer y oscurecía muy pronto lo dedicamos a callejear y ver plazas. Cogimos el metro y del Popolo bajamos por la vía del Corso hasta Plaza Spagna, no sentamos en sus escalinatas como marca la tradición y seguimos hasta la Fontana di Trevi(de noche más bonita si cabe). Monedita por aquí, foto por allá, chinos por aquí y por allí.. lo típico. Luego nos acercamos al Panteón de Agripa y a la Plaza Navona, que por desgracia la fuente de los cuatro ríos estaba cubierta por remodelación. De vuelta al hotel nos paramos en el coliseo para verlo iluminado.

Al día siguiente nos levantamos muy temprano para entrar en el Coliseo, a las 9 de la mañana, cuando ya nos íbamos estaba plagado de japoneses y sus macrocamaras. Un largo paseo por el Palantino y los Foros y rumbo al Altar de la Patria, inmenso e inmaculado. Detrás se encuentra el Campidoglio, con sus museos capitolinos, que no vimos por falta de tiempo.
Caminamos hasta Santa María in Cosmedin a meter la mano en la concurrida Bocca della Verità.
De ahí fuimos al Trastevere, brrio típico romano a comer, cruzamos por el puente de la isla Tiberina, un pequeño islote que se encuentra en medio del río Tíber.
Comimos de miedo (recomiendo esta zona para comer en Roma por su calidad y precio). Alargamos un poco la comida porque estábamos agotados, después fuimos hacia Santa María in Trastevere donde pudimos presenciar un concierto de Navidad a cargo de unos niños que creo que no superaban los 8 años, muy bonito todo.

El Último día lo dedicamos al Vaticano, llegamos temprano y vimos los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina (Preparaos para andar durante horas de una sala a otra) Al salir, casi a la hora de comer, entramos en la Basílica de San Pedro, es aquí donde realmente se aprecia la "grandeza" de la iglesia, mientras ves todo ese lujo, tú piensas en la cantidad de gente, creyente, que espera un milagro de dios para sacarlos de la pobreza.

Por la tarde, dimos un paseo hasta el Castello St Angelo y volvimos para comprar algunos recuerdos, nuestro tiempo en la ciudad del amor se agotaba..


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